domingo, 14 de noviembre de 2010

Suiza, una postal en 360°

Ufff, fue un fin de semana duro. Nada de trabajo excesivo ni forzado, mas bien, un disfrute forzoso, que a fuerza de camping y muchas horas de manejo construyó un fin de semana memorable. Arrancando con  un dia en el cual las leyes de Murphy se cumplian a rajatabla, supo el viaje despues ponerse bueno.

Empezaba el viaje el viernes a las 7:30 am. en la estacion de tren en Esslingen, donde nos ibamos a encontrar con un profesor y gente de al menos otros 2 cursos, unas 80 personas, para salir, en primer lugar, rumbo a Friedrichshafen sobre el lago Bodensee, y luego a Konstanz, ciudad que le da nombre al lago para el resto del mundo (en todos lados se conoce como Lago Constanza o Lake Constance) y que tiene sus varias implicaciones en la caprichosa historia europea, como ibamos a enterarnos a medida que se desarrollaba el viaje. Claro, así arrancaba el viaje para todos aquellos que, a diferencia de mi, no se quedaron dormidos. De mas está decir que tuve un muy serio inconveniente por el cual me quedé dormido (volver tarde de una fiesta), lo cierto es que el viernes abrí los ojos, veo la claridad, y por unos segundos mirando por la ventana pensaba "aahhh, que lindo dia que hace.. Y LA PUTA MADRE ME QUEDE DORMIDO!!!". Eran las 8:45, el reloj había sonado, un par de personas me habían llamado por teléfono, y yo por supuesto mustia. Cuando reaccioné meti 4 cosas en la mochila, la carpa, la bolsa de dormir, la camara de fotos, chequeé el horario de los trenes y literalmente bajé corriendo hasta la estación de tren. A las 13.01, con esa maldita puntualidad que, no siempre pero casi, tienen los trenes en alemania, me bajaba en Friedrichshafen y me encontraba con mis compañeros. El tiempo fue suficiente para comer un sanguchito y subir al Catamarán que nos llevaba a travéz del lago hasta Konstanz, aunque lamentablemente me perdí del museo de Zeppelins, otra vez será. Lo que no dije hasta aca es que me llevaba la carpa etc. porque la idea era alquilar un coche y recorrer Suiza todo el fin de semana, como el nombre de este post deja adivinar. Y ni bien me subo al catamarán, la segunda mala. Un amigo me pregunta, con un tono de 'te lo pregunto al pedo', "trajiste el pasaporte no?" ... No. No lo tenía, y era yo quien iba a alquilar el auto, osea que se acababa el fin de semana para todos, por una boludez mia. El barco salió y yo tratando de encontrar una solución que no implique volver a viajar los 180 kilometros hasta Esslingen, para volver a viajarlos en el dia, esta vez con pasaporte en mano. Y mientras cruzabamos el lago, con un paisaje impresionante y un frio que cortaba, saco la camara para llevarme esos recuerdos y... sí, una mas, la camara no tenia memoria. A esta altura el nivel de encule que tenía era insuperable.

primera noche
Pero en fin, se acabó la guia por Konstanz. Me volví a Esslingen a buscar mi pasaporte pero lo bueno es que no iba a tener que tomar un tren para regresar a Konstanz porque Niklas, un pibe alemán, ponía su camioneta y se sumaba al viaje.
Y eso hicimos, así salía por segunda vez en el dia desde Esslingen a Konstanz, pasando antes por el supermercado a comprar un cajon de cervezas y 6 latas de ravioles precocidos. No, no es sano pero barato señora! Llegamos a la 1 de la mañana a konstanz.
  

Konstanz
Zurichsee
Konstanz es una ciudad donde entre otras cosas hubo un concilio para unificar a la iglesia católica cuando estaba dividida y representada por tres papas, y donde además se declaró a Alemania como república por primera vez, aunque durara poco. Es pequeña, con edificaciones medievales que datan hasta del 1200, una iglesia que a mi me pareció como tantas otras en cada ciudad alemana, salvo por la puerta de entrada que era de madera tallada con diferentes imágenes de la biblia, y tenía mas de 500 años. Tiene en el puerto una estatua giratoria, una mujer voluptuosa que sostiene en una mano un rey, y en la otra un papa, simbolizando la lucha de poderes entre ambas instiuciones. Y el lago, transparente hasta el absurdo de ver el fondo con 5 metros de agua encima, tiene como fondo los Alpes, perdidos allá en lontananza.


Zurichsee
Y el viaje seguía despues del reencuentro del grupo. Eramos 10 personas con carpas sólo para 5, y bolsas de dormir para 4. Pero había aún un problema, los campings ya estan cerados en ésta época!! Y si, buscamos un estacionamiento medio alejado, armamos las dos carpas y nos repartimos. 5 durmieron en carpa, 5 en la combi, aunque con resultados desparejos, como denotaban al otro dia los ojos de los que durmieron en el suelo de la combi. Henri el finlandés y Jason de USA fueron los mas damnificados. Dieron las 9:00 hs. del sábado y fuimos a buscar el auto alquilado. Desde ahi, fue manejar atrás de la camioneta de Niklas por unas cuantas horas, que hubieran sido muchisimas menos si hubiéramos tomado las autopistas, pero para eso hay que pagar unos 30 euros que nadie quizo pagar en ese entonces. Pasó el mediodía comiendo en el lago Zurich, sí, en las afueras de Zurich, y a eso de las 5 pm. llegamos a Luzern. Era increible lo lento que ibamos, pero es que la maxima en esos caminos era de 80 y a veces menos. Asique en Luzern nos quedamos la segunda noche.

Luzern
Luzern
Llegamos cansados, con hambre y un poco desilucionados por lo lento que avanzábamos. Era sábado a la noche y un grupo de 5 personas se volvían el domingo, cada cual por sus motivos. Asique despues de decidir el modo de proceder al dia siguiente y de comer algunas pocas cosas que compramos en un sucucho, fuimos a tomar unas cervezas por ahí. No tengo mucho más para decir de esta ciudad, pintorezca, a la orilla de un lago, tmbien antigua, tambien bonita, y con los Alpes cada vez mas cerca. Esa noche fui el único que durmió en carpa. No estoy muy seguro de como se arregló el resto, pero se repartieron entre los 2 vehículos.

Gindelwald
Mänlichen
Éramos 5 los que seguíamos en el viaje en el auto, destino final Grindelwald, bien metido en los Alpes suizos, y luego de 2 horas estabamos ahi. Con el auto nos metimos en unos caminitos subiendo la montaña los cuales eran de una sola via, a la izquierda la montaña, a la derecha el vacío. Y no era joda, cuando venia uno de frente la pasabas feo, sobretodo si era un colectivo, pero por suerte habia muy poco tráfico. Llegamos así a Mänlichen, un cerro con un mirador desde el cual se puede ver Interlaken y algunas montañas. Hermoso, todo nieve, un viento que te cortaba al medio y una vista increible. Ése era el objetivo, para eso habíamos ido, la verdad que valió la pena. Ademas no había absolutamente nadie. Despues de improvizar un 'espalda-patín' con Ben, volvimos a bajar, con rumbo a Berna, donde ibamos a pasar la noche para salir a la mañana siguiente a recorrer un camino que cruzaba los Alpes, ya de regreso.

Bern
Es IMPOSIBLE manejar en esta ciudad. No es que la gente maneje mal, son bastante prolijos, y tampoco está mal señalizada, pero es que si no conocés la zona en la que estás, cada esquina es una sorpresa. Es que uno está acostumbrado a la facilidad de las cuadras de 100 metros, las calles rectas, intermitencia en la direccion de manejo entre las calles y todo eso te permite armar un pequeño plan de manejo. Pero aca no, cada esquina una improvización, calles que se cortaban, bifurcaban, con múltiples opciones para seguir, con dirección obligatoria al doblar, con vías, con bicisendas, con calles que se hacen bicisendas...fffffff realmente odié manejar aca. Para caminarla, hermosa ciudad. Henri, Carlos y Jason se buscaron un Hostel, y con Ben fuimos a buscar un Camping que no estaba lejos. Cuando llegamos, CERRADO, la puta madre, pero ya estabamos ahi, nos bucamos un lugar, pusimos la carpa y seguimos el finde sin poner un solo peso para alojamiento :)


Al otro dia pasamos a buscar a los 3 desertores del camping y fuimos a buscar el camino entre las montañas, el cual estaba impresionante, realmente, podías ver al otro lado del valle las paredes de piedra con pequeños hilos de agua cayendo entre las rocas por 100, 150 metros, un paisaje impresionante. Pero nos duró poco, el camino estaba cerrado por nieve. No habia forma, asique volvimos hasta Zurich con la intencion de conocer un poco la ciudad, de la cual no teniamos muy buenas referencias. Y ni eso pudimos, entrando a Zurich tuvimos 1 hora y media atascados en el tráfico, y cuando llegamos no pudimos encontrar el centro, asique ya sin mucho tiempo de sobra, decidimos volver a Konstanz porque había que devolver el auto.

Devolvimos el coche y despues 3 horas de tren hasta Esslingen, hogar dulce hogar. Fue un finde con algunas frustraciones, pero el paisaje lo pagó todo.